Monday, December 26, 2016


Espósito llega a buscar a Sandoval a su bar habitual, ahí lo encuentra con las cartas que el sospechoso le escribió a su madre.

- Espósito: Ya no sólo te escapás para mamarte, ¿ahora también te robás las pruebas?

- Sandoval: Ya está todo bajo control, Benjamín.

- Espósito: Mirá si a Irene se le ocurre leer el expediente?

- Sandoval: ¡Suelte, Carajo! ¿Qué está haciendo, se volvió loco?

- Espósito: Vámonos...

- Sandoval: Sentate vos un segundo. Sentate y relajate. ¿Sabés por qué no lo podemos encontrar, Benjamín? Porque somos dos boludos. Mirá: 12 cartas, 31 folios, 5 trabajos... No, esto ya te lo leí.

- Espósito: Vámonos.

- Sandoval: No. No paré de pensar un segundo.La cabeza me explota, Benjamín. Yo me puse a preguntar. ¿Cómo es posible que no lo podamos encontrar a este tipo? Siempre se nos hace humo. ¿Dónde está? Y se me ocurrió pensar en los tipos, pero en todos los tipos, no en este tipo en especial, sino...

- Espósito: "Los tipos", sí.

- Sandoval: Eh, ahí está. En “el Tipo”... El tipo puede hacer cualquier cosa para ser distinto... pero hay una cosa que no puede cambiar, ni él, ni vos, ni yo, nadie. Mirame a mí. Soy un tipo joven... tengo un buen laburo, una mina que me quiere... y como decís vos, me sigo cagando la vida viniendo a tugurios como éste. Más de una vez me dijiste: “¿Por qué estás ahí, Pablo, qué hacés ahí?”... ¿Y sabés por qué estoy, Benjamín? Porque me apasiona. Me gusta venir acá, ponerme en pedo, cagarme a trompadas si alguien me hincha las pelotas, me gusta. Y vos lo mismo, Benjamín. Vos no pod-, no hay manera de que te puedas sacar de la cabeza a Irene. Y la mina tiene más ganas de casarse que Susanita. Debe tener más de 37 revistas de trajes de novia arriba del escritorio. Se comprometió con fiesta y todo, pero vos... seguís esperando el milagro, Benjamín. ¿Por qué? (Espósito baja la mirada) Vení. (Se acercan a la barra en donde un grupo de comensales bebe) ¿Qué tal Escribano, cómo le va?

- Escribano: Qué dice, ¿cómo está?

- Sandoval: Acá le traje al amigo del que le había hablado: Espósito. El Escribano Andretta, Escribano en serio, mi asesor técnico.

- Escribano: Ahí le doy una tarjeta. (Se la extiende a Espósito)

- Sandoval: Vamos con la primera carta de nuestro querido amigo Gómez.

- Sandoval: “Te juro que con lo que llovió quedé peor que Oleniak la vez aquella”. Escribano, por favor:

-Escribano: Juan Carlos Oleniak, debutó en Racing en el año 60... en el 62 pasó a Argentino Juniors, en el 63 volvió a Racing. En un clásico con Sandoval Lorenzo, le dieron un empujón... lo metieron de cabeza en el foso. Salió todo empapado.

- Sandoval: Ah, una cosa seria. Acá lo llamamos Platón, porque vive de La Academia. “Yo te voy a traer vieja, y vamos a ser flor de yunta... no es lo mismo Anido, que Anido con Mesías”... Doctor:

- Escribano: Anido y Mesías, backs del Racing Campeón del '61... Negri al arco, Anido y Mesías, Blanco, Piani y Sachi, Corbata, Pisutti, Mansilla, Sosa y Belén.

-Sandoval: “quedate tranquila vieja, en eso soy como Manfredini y no como Babastro”. Escribano:

- Escribano: Pedro Valdemar Manfredini... Se lo compraron a los mendocinos por 2 pesos y resultó ser un jugador extraordinario para su época... ¡Increíble! Julio Babastro, puntero derecho jugó sólo dos partidos entre el 62 y el 63 sin abrir el score.

- Sandoval: Cito: “Yo no quiero terminar como Sánchez”, ¿a qué se refiere
“como Sánchez”, doctor?

- Escribano: No, seguramente se está refiriendo al guardameta Ataulfo Sánchez, eterno suplente del gran Negri... jugó solamente 17 partidos entre el 57 y el 61.

-Sandoval: ¿Escribano, qué es Racing para usted?

-Escribano: Una pasión, querido.

- Sandoval: ¿Aunque hace nueve años que no sale campeón?

- Escribano: Una pasión es una pasión.

- Sandoval: ¿Te das cuenta, Benjamín? El tipo puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios… pero hay una cosa que no puede cambiar, Bejamín: no puede cambiar... ¡de pasión!


El secreto de sus ojos. película argentina. Juan José Campanella, 2009.




Sunday, December 18, 2016


"Vendrás conmigo" dije, sin que nadie supiera 
dónde y cómo latía mi estado doloroso, 
y para mí no había clavel ni barcarola, 
nada sino una herida por el amor abierta. 

Repetí "ven conmigo", como si me muriera, 
y nadie vio en mi boca la luna que sangraba, 
nadie vio aquella sangre que subía al silencio. 
¡Oh amor, ahora olvidemos la estrella con espinas!. 


Por eso cuando oí que tu voz repetía 
"Vendrás conmigo", fue como si desataras 
dolor, amor, la furia del vino encarcelado 

Que desde su bodega sumergida subiera, 
y otra vez en mi boca sentí un sabor de llama, 
de sangre y de claveles, de piedra y quemadura. 


Pablo Neruda. Soneto VII (Cien sonetos de amor, 1959).



Thursday, December 01, 2016


El engaño de soñar despierto 

limusinas en las pestañas 
oh, niña, con tu bello rostro 
derramas una lágrima en mi copa de vino. 
Mirando a esos grandes ojos 
veo lo que significas para mi 
dulces pasteles y batidos. 
Soy un ángel engañado 
Soy un desfile de fantasía 
Quiero sepas lo que pienso 
no quiero que tengas que adivinarlo nunca más. 
No tienes ni idea de donde vengo. 
No tenemos ni idea de hacia donde vamos. 
Lanzados a la vida 
Como ramas en el río 
fluyendo en la corriente 
Capturados por el presente. 
Te llevare. Me llevaras 
Y así es como debe de ser 
No me conoces? 
No me conoces, por ahora.

"Delusion angel", David Jewell.