Sunday, April 16, 2023

Ciencia.


En algún lugar de los vastos arenales de Marte hay un cristal muy pequeño y muy extraño.

Si alzas el cristal y miras a través de él, verás el hueso detrás de tu ojo, y más adentro luces que se encienden y se apagan, luces enfermas que no consiguen arder, son tus pensamientos. Si oprimes entonces el cristal en el sentido del eje medio, tus pensamientos adquirirán claridad y justeza deslumbrantes, descubrirás de un golpe la clave del Universo todo, sabrás por fin contestar hasta el último porqué.

En algún lugar de Marte se halla ese cristal.

Para encontrarlo hay que examinar grano por grano los inacabables arenales.

Sabemos, también, que, cuando lo encontremos y tratemos de recogerlo, el cristal se disgregará, sólo nos quedará un poco de polvo entre los dedos.

Sabemos todo eso, pero lo buscamos igual.


Hector Oesterheld.


Friday, April 14, 2023

Plegaria para un niño dormido


Plegaria para un niño dormido
quizás tenga flores en su ombligo
y además en sus dedos que se vuelven pan
barcos de papel sin altamar

Plegaria para el sueño del niño
donde el mundo es un chocolatín
adonde van? mil niños dormidos que no están entre bicicletas de cristal

Se ríe el niño dormido
quizás se sienta gorrión esta vez
jugueteando inquieto en los jardines de
un lugar que jamás despierto encontrará

Plegaria para un niño dormido
quizás tenga flores en su ombligo
y además en sus dedos que se vuelven pan
barcos de papel sin altamar

Se ríe el niño dormido
quizás se sienta gorrión esta vez
jugueteando inquieto en los jardines de
un lugar que jamás despierto encontrará

Luis Alberto Spinetta. Almendra, 1969.

Monday, April 10, 2023


Dime por favor donde no estás

en qué lugar puedo no ser tu ausencia

dónde puedo vivir sin recordarte,

y dónde recordar, sin que me duela.


Dime por favor en que vacío,

no está tu sombra llenando los centros;

dónde mi soledad es ella misma,

y no el sentir que tú te encuentras lejos.


Dime por favor por qué camino,

podré yo caminar, sin ser tu huella;

dónde podré correr no por buscarte,

y dónde descansar de mi tristeza.


Dime por favor cuál es la noche,

que no tiene el color de tu mirada;

cuál es el sol, que tiene luz tan solo,

y no la sensación de que me llamas.


Dime por favor donde hay un mar,

que no susurre a mis oídos tus palabras.


Dime por favor en qué rincón,

nadie podrá ver mi tristeza;

dime cuál es el hueco de mi almohada,

que no tiene apoyada tu cabeza.


Dime por favor cuál es la noche,

en que vendrás, para velar tu sueño;

que no puedo vivir, porque te extraño;

y que no puedo morir, porque te quiero.


Poema de un Recuerdo. Gustavo Alejandro Castiñeiras. 

Saturday, April 08, 2023

De las conductas indecorosas en la mesa de mi señor


Estos son hábitos indecorosos que un invitado a la mesa de mi señor no debe cultivar (y baso esta relación en mis observaciones de aquellos que frecuentaron la mesa de mi señor durante el pasado año): 

Ningún invitado ha de sentarse sobre la mesa, ni de espaldas a la mesa, ni sobre el regazo de cualquier otro invitado.  

Tampoco ha de poner la pierna sobre la mesa. 

Tampoco ha de sentarse bajo la mesa en ningún momento.  

No debe poner la cabeza sobre el plato para comer.  

No ha de tomar comida del plato de su vecino de mesa a menos que antes haya pedido su consentimiento.  

No ha de poner trozos de su propia comida de aspecto desagradable o a medio masticar sobre el plato de sus vecinos sin antes preguntárselo.  

No ha de enjugar su cuchillo en las vestiduras de su vecino de mesa. 

Ni utilizar su cuchillo para hacer dibujos sobre la mesa.  

No ha de limpiar su armadura en la mesa.  

No ha de tomar la comida de la mesa y ponerla en su bolso o faltriquera para comerla más tarde.  

No ha de morder la fruta de la fuente de frutas y después retornar la fruta mordida a esa misma fuente.  

No ha de escupir frente a él.  

Ni tampoco de lado.  

No ha de pellizcar ni golpear a su vecino de mesa.  

No ha de hacer ruidos de bufidos ni se permitirá dar codazos.  

No ha de poner los ojos en blanco ni poner caras horribles.  

No ha de poner el dedo en la nariz o en la oreja mientras está conversando.  

No ha de hacer figuras modeladas, ni prender fuegos, ni adiestrarse en hacer nudos en la mesa (a menos que mi señor así lo requiera).  

No ha de cantar, ni hacer discursos, ni vociferar improperios ni tampoco proponer acertijos obscenos si está sentado junto a una dama.  

No ha de conspirar en la mesa (a menos que lo haga con mi señor).  

No ha de hacer insinuaciones impúdicas a los pajes de mi señor ni juguetear con sus cuerpos.  

Tampoco ha de prender fuego a su compañero mientras permanezca en la mesa.  

No ha de golpear a los sirvientes (a menos que sea en defensa propia).  

Y si ha de vomitar, entonces debe abandonar la mesa.  


Leonardo Da Vinci. El arte de guisar para la grandes señores de Italia.