Monday, July 24, 2017

Esta noche me emborracho (tango)

Sola, fané, descangayada, la vi esta madrugada
salir de un cabaret, flaca, dos cuartos de cogote
y una percha en el escote bajo la nuez
chueca, vestida de pebeta, teñida y coqueteando
su desnudez, parecía un gallo desplumao
mostrando al compadrear el cuero picoteao
yo que sé cuando no aguanto más
al verla así rajé, pa` no llorar.

Y pensar que hace diez años fue mi locura
que llegué hasta la traición por su hermosura
que esto que hoy es un cascajo
fue la dulce metedura donde yo perdí el honor
que chiflao por su belleza le quité el pan a la vieja
me hice ruin y pechador
que quedé si un amigo, que viví de mala fe
que me tuvo de rodillas
inmoral, hecho un mendigo cuando se fue.

Nunca soñé que la vería en un resquiesca in pache
tan cruel como el de hoy
mire si no es pa´ suicidarse, que por ese cachivache
sea lo que soy

fiera venganza la del tiempo
que le hace ver de cerca lo que uno amó
este encuentro me ha hecho tanto mal
que si lo pienso más termino envenenao
esta noche me emborracho bien
me mamo bien mamao pa` no pensar. 

Enrique Santos Discépolo.

https://www.youtube.com/watch?v=oAAs2srfvgw

Monday, July 10, 2017


¿Por qué no te escribo? Tú me lo preguntas; ¡tú, que te cuentas entre nuestros sabios! Debes adivinar que me encuentro bien y que..., en una palabra: he hecho una amistad que interesa mi corazón. Yo he... yo no sé...
Difícil me sería referirte cómo he conocido a la más amable de las criaturas. Soy feliz y estoy contento; por tanto, seré mal historiador.
¡Un ángel! ¡Bah!, todos dicen lo mismo de la que aman, ¿no es verdad?, y sin embargo, yo no podré decirte cuán perfecta es y por qué es perfecta; en resumen: ha esclavizado todo mi ser.
¡Tanta inocencia como talento! ¡Tanta bondad con tanta firmeza! ¡Y el reposo del alma en medio de la vida real, de la vida activa!
Cuanto te digo de ella no es más que palabrería insulsa, helada abstracción, que no puede darte ni remota idea de lo que es. Otra vez..., no; quiero contártelo en seguida. Si no lo hago ahora, no lo haré nunca; porque (dicho sea para nosotros), desde que he comenzado esta carta, tres veces he tenido ya intención de soltar la pluma, hacer ensillar mi caballo y marcharme. Y, sin embargo, esta mañana me había jurado a mi mismo no ir; así y todo, a cada momento me asomo a la ventana para ver la altura a que se encuentra el sol.

Diario de "Werther" del 16 de Junio. Johann W. Goethe.