Tuesday, June 21, 2022


No seré yo quien ponga impedimento 

a la unión de dos almas verdaderas.

Amor no es tal si cambia con el viento 

o cede y muda si mudanza hubiera.


¡Oh, no! Es una señal por siempre fija 

que encara tempestades con bravura; 

astro que todo barco errante elija, 

tesoro ignoto en conocida altura.


No es títere del Tiempo; aunque su hoz curva

amenace del rostro la color,

su breve hora o semana no lo turba, 

hasta el filo del fin arde el amor.


Si esto es error y contra mí probado,

jamás he escrito, ni hombre nunca amado.


Soneto 116. Sonetos, William Shakespeare.



0 Comments:

Post a Comment

<< Home